
Él se jactaba de ser “raro” y no porque fuera una especie de ser distinto al resto de nosotros, solo era por ese gusto de apartarse de la fila de los normales, los corrientes habitantes de la ciudad.
Cabe destacar que en su manzana si lo miraban raro, su aspecto alejado, el atuendo ilógico, la manía de llevar siempre consigo ese cuaderno de tapa negra, parecia siempre ser el mismo, pero luego de verlo ajeado y repleto de palabras un día cualquiera aparecia puro blanco y luego si seguia el mismo ritual que los anteriores sus hojas teñidas de tinta de cualquier color y su tapa marcada por alguna torpeza al apoyar el brazo al dejar que su mente se explayara en tiempo y forma en que quisiera. Las ideas adquirían forma y el les daba palabras, aunque no siempre sentido. Muchas veces al repasar sus textos se encontraba con cientos de frases incompatibles unas con otras. En ocasiones solo se lo podía ver detenido en el tiempo, mirando al suelo persiguiendo las formas de la tierra otras husmeaba entre el hablar de los árboles aunque no juntaba una letra con otra y cerraba su cuaderno con un gesto molesto inquieto.
Raro era él con sus pantalones largos y sus pasos apresurados aunque sin prisa.
Raro era en su mirada.
Raro era él que navegaba en mares de noche, soportaba la tortura de sus dedos al no traducir con presura ni calidad todo aquello que lo atragantaba.
Él se jactaba de ser “raro” pero supe quererlo así,
Distinto
Igual
Inapropiado
Correcto
Supe conocerlo y entender que su rareza constaba de un solo componente
Su esencia
Hoy en día es raro que alguien lleve a puertas abiertas su esencia a la vista de todos
Cabe destacar que en su manzana si lo miraban raro, su aspecto alejado, el atuendo ilógico, la manía de llevar siempre consigo ese cuaderno de tapa negra, parecia siempre ser el mismo, pero luego de verlo ajeado y repleto de palabras un día cualquiera aparecia puro blanco y luego si seguia el mismo ritual que los anteriores sus hojas teñidas de tinta de cualquier color y su tapa marcada por alguna torpeza al apoyar el brazo al dejar que su mente se explayara en tiempo y forma en que quisiera. Las ideas adquirían forma y el les daba palabras, aunque no siempre sentido. Muchas veces al repasar sus textos se encontraba con cientos de frases incompatibles unas con otras. En ocasiones solo se lo podía ver detenido en el tiempo, mirando al suelo persiguiendo las formas de la tierra otras husmeaba entre el hablar de los árboles aunque no juntaba una letra con otra y cerraba su cuaderno con un gesto molesto inquieto.
Raro era él con sus pantalones largos y sus pasos apresurados aunque sin prisa.
Raro era en su mirada.
Raro era él que navegaba en mares de noche, soportaba la tortura de sus dedos al no traducir con presura ni calidad todo aquello que lo atragantaba.
Él se jactaba de ser “raro” pero supe quererlo así,
Distinto
Igual
Inapropiado
Correcto
Supe conocerlo y entender que su rareza constaba de un solo componente
Su esencia
Hoy en día es raro que alguien lleve a puertas abiertas su esencia a la vista de todos

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