
La tarde se disponía a descansar y yo con ella.
El gris de aquel cielo, las nubes espesas, las estrellas que no podía ver, la luna tímida más ese horizonte al que no podía descubrirle su fin jugaban con mis intrigas se escondían entre varias respuestas falsas o verdaderas.
¿Como una tarde gris podía ser tan cautivante?
¿Tan acogedora?
¿Había acaso algo más confortable que su sin color?
La serenata del silencio me invitaba a no pensar, a olvidar , a respirar libertad aunque las esposas siguieran en mis muñecas, mis palabras llevaran candados, mis ojos tapiales, mis pies espinas, mi corazón, que digo, y mi cuerpo sin corazón.
el gris no es uno de mis colores preferidos pero aquella tarde rozo la perfección y yo admire la mitad de todas las cosas.
No hay días tan claros, ni noches tan oscuras.
El gris de aquel cielo, las nubes espesas, las estrellas que no podía ver, la luna tímida más ese horizonte al que no podía descubrirle su fin jugaban con mis intrigas se escondían entre varias respuestas falsas o verdaderas.
¿Como una tarde gris podía ser tan cautivante?
¿Tan acogedora?
¿Había acaso algo más confortable que su sin color?
La serenata del silencio me invitaba a no pensar, a olvidar , a respirar libertad aunque las esposas siguieran en mis muñecas, mis palabras llevaran candados, mis ojos tapiales, mis pies espinas, mi corazón, que digo, y mi cuerpo sin corazón.
el gris no es uno de mis colores preferidos pero aquella tarde rozo la perfección y yo admire la mitad de todas las cosas.
No hay días tan claros, ni noches tan oscuras.
Cuando se los mezcla vivir se hace mas real.

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